La moneda turca continuó fortaleciéndose el jueves recuperando un 3% de su valor frente al dólar hasta cotizarse en torno a las 5,70 liras por cada billete verde, tras la espectacular subida que experimentó esta semana gracias a la decisión de Turquía de imponer aranceles en represalia contra varios productos estadounidenses, así como por el anuncio de Qatar de invertir 15.000 millones en el país euroasiático.
El miércoles las bolsas de EE.UU. sufrieron un día negro y la lira recuperó un 7% de su valor frente al dólar tras las noticias llegadas desde Qatar, cuyo emir Tamim bin Hamad al-Thani realizó el miércoles una visita por sorpresa a Ankara para reunirse con el presidente turco Tayyip Erdoğan, al que prometió una inversión directa en el país por valor de 15.000 millones de dólares. “Esta visita es un indicador de que Qatar está con Turquía”, declaró a los medios el portavoz presidencial turco İbrahim Kalın.
Turquía se ha embarcado en una amplia ofensiva diplomática para contrarrestar las sanciones impuestas por la administración Trump en represalia por la detención del pastor evangelista Andrew Brunson; el miércoles Erdoğan habló con la canciller Angela Merkel después de que ésta apoyase claramente a Turquía en su disputa con Estados Unidos, y este jueves telefoneó a su homólogo francés Emmanuel Macron, en una conversación en la que ambos apostaron por fortalecer los intercambios comerciales bilaterales y el presidente galo reiteró su deseo de ver una Turquía próspera y estable por el bien de Francia y de Europa.
Desde que Trump anunciara el pasado viernes que duplicaba las tarifas arancelarias sobre las importaciones de acero y aluminio procedentes de Turquía, la lira ha sufrido fuertes pérdidas frente al dólar; sin embargo el miércoles Ankara, cuyo Banco Central en los últimos días ya había tomado medidas para estabilizar la lira, actuó en consecuencia y tomó represalias duplicando los aranceles contra varios productos importados de EE.UU.
Dichos aranceles incluyen al alcohol y el tabaco, cuyas exportaciones a Turquía se verán gravadas ahora en un 140%, mientras que el incremento de las tarifas será del 120% para los automóviles importados y del 60% en el caso de los productos cosméticos.
Las reacciones desde la Casa Blanca no se hicieron esperar y el miércoles la secretaria de prensa Sarah Sanders calificaba los nuevos aranceles de “lamentables” y “un paso en la dirección incorrecta” por parte de Turquía.
Sanders, que acusó a Turquía de imponer los nuevos aranceles “por represalia” mientras que justificó los aplicados por Washington como debidos a “intereses de seguridad nacional”, anunció en este sentido que EE.UU. no levantará los aranceles a las importaciones turcas de acero y aluminio aunque Brunson –que afronta cargos por terrorismo en Turquía- sea liberado.
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