El Beşiktaş debutó esta temporada en la Liga de Campeones con un buen resultado cerca de casa. Tras ir perdiendo durante gran parte del partido, los turcos lograron llevarse un 1-1 de vuelta a Estambul gracias a un gol sobre la bocina de Anderson Talisca.
Şenol Güneş no ocultó su deseo de puntuar en el Estádio da Luz alineando un doble pivote con Atiba Hutchison y Gökhan Inler y una banda izquierda con Adriano y Caner Erkin. Por su parte, los portugueses no pudieron contar con su línea ofensiva predilecta por las bajas de Jonas, Mitroglou y Raúl Jiménez.
Las Águilas Negras no comenzaron con buen pie el partido, ya que a los 12 minutos Cervi adelantó a los lusos al aprovechar un rechace de Tolga Zengin a disparo de Salvio. Los locales dominaron la primera mitad mientras que los turcos echaban de menos a un Oğuzhan Özkyakup desaparecido.
Los turcos mejoraron en la segunda parte y pasaron a dominar un partido que cambió con la entrada de Talsica, jugador cedido por el Benfica al Beşiktaş, en el descanso. Aun así, ambos conjuntos gozaron de sendas ocasiones de gol falladas por Guedes y Cenk Tosun. Finalmente sería Talisca quien decidiría el encuentro con un gran lanzamiento de falta en el minuto 93. Un tanto que debió sentir como una puñalada en el corazón la hinchada del Benfica.
Héroe para unos y villano para otros, Talisca se sinceró con los medios tras el partido. "El gol no tuvo un sentimiento de revancha. ¿Por qué me fui del Benfica? Todavía no lo sé. No es verdad que me fuese por dinero".
El empate le sirve al Beşiktaş para sumar un punto y empatar con el propio Benfica en la segunda plaza del Grupo B. El líder es el Nápoles que derrotó por 1-2 al Dínamo de Kiev. Se trata de la primera vez en su historia que el Beşiktaş logra puntar en el primer partido de una edición de la Champions.
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