El estado de emergencia, declarado en Turquía pocos días después del fallido golpe de Estado que sacudió el país el 15 de julio de 2016 y que desde entonces había estado en vigor de forma continuada prolongándose cada tres meses, expirará este miércoles dado que el gobierno turco ya ha anunciado que no lo renovará una vez finalice su vigencia en la medianoche del 18 al 19 de julio.
Turquía declaró por primera vez el estado de emergencia el 20 de julio tras el intento golpista que dejo 251 muertos y más de 2.200 heridos, y del que en Turquía se acusa a la secta religiosa dirigida por el clérigo Fethullah Gülen, quien vive autoexiliado desde 1999 en Pensilvania (Estados Unidos).
El lunes, el ministro turco de Justicia Abdülhamit Gül confirmó que la medida excepcional finalizaría esta semana, después de que la semana anterior Ibrahim Kalın, el portavoz del presidente turco Tayyip Erdoğan, asegurase que una vez el actual estado de emergencia en vigor expirase el 18 de julio no sería renovado.
Desde el fallido golpe de Estado, el estado de emergencia había sido prolongado por el parlamento por períodos de tres meses en varias ocasiones, la última el pasado mes de abril. El actual estado de emergencia en vigor expirará el 19 de julio a la 1:00 de la madrugada hora local (00:00 CET).
Nuevas leyes contra el terrorismo tras el estado de emergencia
Pese al fin del estado de emergencia el ejecutivo turco ha insistido estos días en que la lucha contra las organizaciones terroristas y especialmente contra la secta Gülen –designada oficialmente bajo las siglas FETÖ (Organización Terrorista de Fethullah)- va a continuar sin descanso, para lo que pretende introducir una serie de cambios en la legislación que darán poderes especiales a la policía y los gobernadores locales.
Un borrador de ley presentado por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) –que tiene casi la mitad de los escaños en el parlamento turco- y que será debatido a partir de este miércoles en la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional Turca pretende mantener durante al menos otros tres años más ciertas medidas que estaban en vigor durante el estado de emergencia, según ha informado la prensa turca.
Así, la nueva propuesta de ley “antiterrorista” quiere dar más poder a las autoridades y las fuerzas de seguridad en cuestiones como la detención de sospechosos o el mantenimiento del orden público. Por ejemplo el borrador establece que un sospechoso podrá ser retenido sin cargos durante un período de 48 horas, que podrá prolongarse hasta los 4 días en el caso de que concurran varios delitos.
Este período de detención podría incluso prolongarse hasta un máximo de 12 días si se presentasen problemas a la hora de recopilar las pruebas necesarias o si el caso es especialmente complicado.
Además los gobernadores locales tendrían la potestad para prohibir la entrada o salida a determinadas personas de una zona establecida por un período de hasta 15 días, alegando problemas de seguridad o de deterioro del orden público o indicios serios de que vayan a ocurrir ambas circunstancias.
La nueva legislación presentada por el AKP también prevé que durante los próximos tres años, aquellos oficiales del ejército, la policía o la gendarmería, así como funcionarios y empleados de instituciones públicas que hayan sido identificados como miembros activos o con vínculos con organizaciones terroristas, grupos o estructuras que estén considerados como un riesgo para la seguridad nacional, serán despedidos de sus puestos y no podrán volver a trabajar directa o indirectamente para una institución del Estado.
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