El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan y su homólogo estadounidense Donald Trump mantuvieron una reunión en Washington el miércoles que fue calificada de "sincera y muy productiva", y en la que ambos trataron numerosas cuestiones que han tensado las relaciones bilaterales entre las dos mayores potencias militares de la OTAN, incluyendo el programa F-35, las relaciones con Rusia, o la situación en Siria, entre otras muchas.
Nada más concluir la reunión bilateral de 75 minutos, Trump inició la conferencia de prensa conjunta declarándose un "gran fan" del presidente turco. "Turquía, como todo el mundo sabe, es un gran aliado de la OTAN y un socio estratégico de los Estados Unidos", señaló el presidente norteamericano, quien antes de la reunión ya había declarado a los periodistas que tenía una "gran amistad" con Erdoğan y que "ambos nos entendemos el uno al otro".
Trump, que no dudó en calificar de "magníficas" las conversaciones entre las delegaciones de ambos países, subrayó que "la alianza entre EE.UU. y Turquía puede ser una fuerza poderosa para la seguridad y la estabilidad, no sólo en Oriente Medio, sino más allá". "Estoy deseando trabajar con usted", agregó dirigiéndose a Erdoğan.
Refiriéndose a la espinosa cuestión de la compra de los sistemas de misiles rusos S-400, Erdoğan señaló que tanto en este tema como en lo referente al programa del caza de quinta generación F-35 "podemos superar las pruebas que afrontamos... sólo por medio del diálogo". Además el dirigente turco aseguró que le había dicho a Trump que Ankara está dispuesta a comprar los misiles Patriot si Washington "ofrece las condiciones deseables".
La compra de los misiles rusos por Turquía crea "desafíos muy serios"
El propio Trump admitió que la adquisición por parte turca de los S-400 rusos "nos crea desafíos muy serios, y estamos hablando sobre ello constantemente... Hemos hablado sobre esto hoy, y hablaremos en el futuro. Confiamos en que seremos capaces de resolver esa situación", dijo Trump, indicando que tanto él como Erdoğan habían dado instrucciones a sus gobiernos para "trabajar inmediatamente en resolver el problema".
El presidente estadounidense también se refirió a las relaciones comerciales bilaterales, explicando que ambos países se habían marcado el objetivo de llegar a los 100.000 millones de de dólares de intercambios y que "hemos hecho progresos tremendos sobre esto". "Hemos animado a Turquía a abrir más su mercado, y lo están haciendo", declaró.
Trump además hizo hincapié en la necesidad de que Europa asuma más responsabilidades en la crisis de refugiados. "Turquía tiene ahora mismo 4 millones de refugiados. Europa debería asumir más responsabilidad sobre la cuestión. Confío en que Europa hará lo que es necesario", dijo.
Lucha contra el terrorismo
Abordando la cuestión del terrorismo internacional, Erdoğan aseguró que su gobierno "tiene la misma visión que el presidente Trump con respecto a la readmisión de los antiguos terroristas del Daesh por parte de sus países de origen... Turquía y los EE.UU. se mantienen codo a codo para eliminar los terroristas del Daesh y establecer la paz en Siria", aseguró el presidente turco, quien no obstante quiso dejar claras las incongruencias de Washington.
"El YPG/PKK continúa lanzando ataques contra nuestro país. 19 incidentes de disparos han sido registrados en las últimas 24 horas. Más recientemente, atacaron un hospital en Tell Abyad (con un atentado con bomba) que produjo la muerte a 13 civiles", aseguró Erdoğan, quien expresó además la desilusión experimentada en Turquía por el trato de favor dispensado a dirigentes del YPG como Mazloum Abdi.
"Resulta triste ver que alguien al que Öcalan (el líder del PKK) llamó 'mi hijo adoptivo', un terrorista del PKK, ha sido tratado amablemente (por parte de Estados Unidos). Le he entregado además (a Trump) un documento de la CIA que demuestra que Ferhad Abdi Şahin (Mazloum Abdi) es un terrorista", añadió al referirse al líder de las SDF, una organización creada en Siria por EE.UU. para enmascarar al YPG, la rama siria del grupo terrorista PKK.
Erdoğan también habló del fallido golpe de Estado que en 2016 dejó 251 muertos y más de 2.000 heridos, y del que Ankara acusa a la secta dirigida por Fethullah Gülen, considerada en Turquía como una organización terrorista bajo las siglas FETÖ. A este respecto, Erdoğan dijo confiar en que finalmente EE.UU. acceda a extraditar a Gülen, que vive en un rancho privado en Pensilvania, "al igual que nosotros les entregamos a los terroristas que piden".
Sobre el reconocimiento del genocidio armenio
Por último el presidente turco criticó una resolución no vinculante adoptada por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos reconociendo el genocidio armenio, acusando a aquellos que quieren dañar las relaciones entre Ankara y Washington de recurrir a la "desinformación".
"Le he dicho al señor Presidente (Trump) que las decisiones adoptadas por la Cámara de Representantes el 29 de octubre han servido a este propósito, han ofendido a nuestro pueblo y han ensombrecido nuestras relaciones", dijo Erdoğan, quien insistió en que "un suceso que ocurrió hace 104 años en medio de una guerra debe ser discutido por los historiadores, no por los políticos", y en que Turquía está dispuesta a debatir abiertamente esta cuestión.
0 Comentarios