El gobierno turco estaría preparando una nueva legislación -que presentará pronto ante el parlamento para su aprobación- para estudiar las numerosas fallas sísmicas activas que atraviesan el país y prohibir la construcción de edificios cerca de estas zonas, mientras que los ya existentes se reforzarán para que sean resistentes a terremotos como el que recientemente sacudió İzmir (Esmirna) dejando 114 muertos y más de mil heridos.
Según han informado medios turcos, dicha ley ya habría estado sobre la mesa del ejecutivo tras el seísmo que el pasado mes de enero dejó 41 fallecidos en Elazığ, al este de Turquía; pero el reciente terremoto en la tercera ciudad más poblada del país ha acelerado los esfuerzos por sacar adelante la nueva legislación debido a que los informes preliminares subrayan que la mayoría de los edificios que se derrumbaron con el temblor tenían un riesgo evidente de sufrir daños en caso de un seísmo.
La nueva normativa, que se basará en legislaciones similares ya existentes en otros países con gran actividad sísmica, prevé que se lleve a cabo un estudio minucioso sobre cada línea de falla activa en Turquía para determinar el riesgo que existe de que generen terremotos, con qué frecuencia y a en qué intervalos de tiempo. De esta forma, se aplicarán medidas restrictivas en aquellas líneas de falla que sean potencialmente más peligrosas.
Una vez concluido el estudio, se delimitarán varias zonas en torno a cada línea de falla de riesgo en las que se prohibiría la construcción de cualquier edificio, si bien dependiendo del nivel de riesgo se podrían permitir edificios de viviendas bajo determinadas limitaciones de edificación, quedando prohibido no obstante levantar construcciones públicas tales como colegios, hospitales o bases militares.
El gobierno reconoce que 1,5 millones de edificios deben ser derribados
En lo que respecta a los edificios de viviendas ya existentes en estas zonas de riesgo, serán examinados y pasarán a formar parte de los planes de transformación urbanística que el gobierno central ya ha pedido que elaboren a las autoridades de las 81 provincias del país.
Estos planes consistirán en reemplazar las viejas edificaciones que no cumplen la normativa actual contra terremotos por nuevos edificios más resistentes. A este respecto, el propio ministro de Urbanismo de Turquía reconocía hoy que hay 1,5 millones de edificios en el país que necesitan ser sustituidos "urgentemente".
Lo cierto es que Turquía es un país atravesado de este a oeste por numerosas fallas sísmicas activas, por lo que la prohibición de construir edificios sobre estas zonas tendría grandes repercusiones. Las provincias turcas con mayor riesgo de sufrir terremotos son Aksaray, Bolu, Sakarya, Yalova, Bursa, Balıkesir, Manisa, İzmir, Aydın, Denizli, Muğla, Eskişehir, Kütahya, Kahramanmaraş, Hatay, Erzurum, Hakkari y Bingöl.
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