Turquía condenó “firmemente” la nueva agresión israelí contra los palestinos, incluyendo los bombardeos sobre la Franja de Gaza que han causado decenas de muertos, así como los intentos “provocativos” de radicales judíos por entrar en la Explanada de las Mezquitas.

“Además de los ataques lanzados por Israel sobre Gaza el 5 de agosto que han resultado en la muerte de muchos civiles, incluyendo niños, hemos recibido hoy la noticia de que el diputado israelí Itamar Ben-Gvir junto con grupos fanáticos judíos entraron en la Mezquita Al-Aqsa bajo la protección de la policía israelí”, decía un comunicado emitido ayer por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía.

El texto se refería a un grupo de cientos de extremistas y colonos israelíes que, según las informaciones, habrían entrado al recinto de la Mezquita Al-Aqsa -la tercera más sagrada para los musulmanes- a través de la Puerta de Maghariba o Puerta de los Moros, escoltados por la policía israelí y acompañados por el rabino radical Yehuda Glick.

Ankara subraya que estos “actos provocativos” constituyen una “clara violación” del status quo en la Explanada de las Mezquitas y la Mezquita Al-Aqsa, que sólo contribuye a elevar la tensión en la región. “Reiteramos nuestro llamamiento al gobierno israelí para que no permita tales acciones, que constituyen un ataque a la santidad de Al-Haram Al-Sharif (la Explanada de las Mezquitas)”, añadía el comunicado.

Ayer por la noche entraba en vigor un frágil alto al fuego que parece haber puesto fin a 3 días de combates entre el ejército israelí y el grupo palestino Yihad Islámica; pero desde el viernes, los durísimos bombardeos sobre la Franja han dejado al menos 43 palestinos muertos, incluyendo 15 niños, y más de 300 heridos. Hoy el gobierno israelí anunciaba la reapertura parcial de los pasos en Gaza para permitir la entrada de ayuda humanitaria a la población palestina de la Franja, cuya única central eléctrica se había quedado sin combustible el sábado.