Turquía condenó duramente el violento asalto perpetrado este miércoles por las fuerzas de seguridad israelíes contra la Mezquita Al-Aqsa de Jerusalén, tercer lugar más sagrado para los musulmanes tras las ciudades santas de La Meca y Medina, que se saldó con al menos 14 palestinos heridos y más de 400 detenidos: un ataque perpetrado calificado de “absolutamente inaceptable” por Ankara, perpetrado contra un lugar sagrado y en pleno mes del Ramadán.

El gobierno turco dijo además estar “muy preocupado por la escalada en la región, especialmente en Gaza”, y pidió al gobierno de Israel que “cese inmediatamente todas las provocaciones y ataques”. Refiriéndose a la reanudación de relaciones con Israel bajo Netanyahu, el ministro de exteriores turco Mevlüt Çavuşoğlu advirtió hoy que “nuestras relaciones con Israel no pueden ser a costa de la causa palestina”.