La policía israelí desplegó el domingo 10.000 agentes en varias ciudades por todo el país como medida preventiva ante las tensiones desatadas en varias ciudades de mayoría árabe tras el brutal asesinato esta semana de un joven palestino apresado por extremistas judíos, que buscaron así vengarse por la muerte de tres colonos israelíes de la que el gobierno de Netanyahu ha acusado al grupo islamista a Hamas.

Más de 30 palestinos eran detenidos en las últimas horas tras nuevos incidentes en varias ciudades -incluyendo Jerusalén Este- por la muerte del joven de 16 años, que fue raptado a sólo 50 metros de su casa por una acción que hasta ahora ha derivado en seis detenidos, aunque los residentes palestinos creen que las autoridades israelíes tratan de encubrir a los autores del crimen.

La ira y el temor de la población palestina ha aumentado al saberse que el joven Mohamed Abu Khdeer, cuyo cuerpo carbonizado fue encontrado el miércoles en una zona boscosa a las afueras de Jerusalén, fue quemado estando aún vivo y consciente por sus asesinos, según ha revelado la autopsia preliminar de la víctima. Sus restos, prácticamente irreconocibles, fueron enterrados el viernes en un multitudinario funeral.

“El estado del cuerpo del chico asesinado cuando se encontró era indescriptible”, declaraba a los medios tras el funeral el imán de la mezquita situada en el barrio al que pertenecía el menor. “Estaba todo negro e irreconocible, como si hubiera sido asado en el fuego. No pude ni siquiera lavarlo, sólo le cambié sus ropas”, explicó el imán.

Las imágenes recogidas por las numerosas cámaras de seguridad en el área próxima a la vivienda de Khdeer muestran a lo que parece un grupo de colonos judíos obligándole a entrar en un coche, aunque por ahora las autoridades israelíes no han querido pronunciarse a este respecto.

Su primo Tariq Abu Jedir, de 15 años de edad, era puesto en libertad condicional el domingo después de que la policía lo detuviese acusándolo de arrojar cócteles molotov; las imágenes sobre la brutal paliza que recibió el menor –que llegó a desfigurarle la cara- despertaran la condena dentro y fuera del país. Jedir tiene la nacionalidad estadounidense y Washington ya ha pedido una investigación sobre lo ocurrido. Sus familiares denuncian que el joven no participaba en las protestas y fue apresado por los agentes al azar, y que pasaron varias horas hasta que le permitieron recibir asistencia médica.

Por otro lado el ejército israelí confirmaba también el domingo que había llevado a cabo durante la madrugada nuevos bombardeos aéreos contra una decena de objetivos en zonas del centro y sur de la Franja de Gaza. Según el comunicado difundido por las Fuerzas de Defensa de Israel, los ataques se produjeron en respuesta al lanzamiento de cohetes Qassam desde Gaza y se dirigieron contra instalaciones destinadas a su fabricación.