Más de 60 civiles palestinos murieron el domingo, según el último informe de víctimas, después de que el ejército israelí atacara con artillería pesada varios barrios del este de la Franja de Gaza, donde el número de muertos desde que Israel iniciara el 7 de julio su operación “Filo Protector” alcanza ya los 420, la gran mayoría civiles.

Un portavoz del ministerio de salud palestino confirmaba a primera hora de la tarde del domingo que la cifra de muertos por el bombardeo a primera hora sobre el barrio de Shujaya alcanzaba los 60, a medida que los servicios de emergencia han ido sacando cuerpos de entre los escombros; entre las víctimas habría 17 niños, 14 mujeres y cuatro ancianos, indicó la misma fuente, a los que habría que añadir otros 210 heridos que estarían siendo tratados en hospitales.

Decenas de tanques y vehículos militares israelíes entraban el domingo en varias zonas del este de Gaza y avanzaron por los barrios residenciales de Zaitoun, Toffah y Shujaya, donde abrieron fuego contra varias viviendas, obligando a miles de personas a huir de sus hogares e incrementando aún más el número de desplazados internos por el conflicto, que fuentes de Naciones Unidas han advertido que ha alcanzando cifras alarmantes.

Los primeros miembros de la prensa extranjera que pudieron acceder al barrio de Shujaya describieron escenas dantescas con decenas de cuerpos destrozados, muchos de ellas de niños, en medio del caos tras la incursión israelí. Un corresponsal de la agencia de noticias turca Anatolia afirmó que las imágenes “son similares a Siria”: “No hay palabras para describirlo. La mitad del barrio está ardiendo. Las calles están llenas de cuerpos”, declaraba Metin Yüksel Kaya, uno de los primeros periodistas en entrar en el área tras el ataque.

En un comunicado emitido el domingo por la oficina del presidente palestino, Mahmud Abbas, éste condenó lo que calificó como una “nueva masacre” tras el bombardeo del barrio de Shujaya. “El gobierno israelí ha cometido una nueva masacre al amanecer en Al-Shujaya”, declaraba un portavoz de Abbas.

Lo ocurrido en las últimas horas en Shujaya llevó a las fuerzas israelíes el domingo a aceptar un breve alto al fuego a instancias del Comité Internacional de la Cruz Roja, que pidió el cese de los combates para permitir a los equipos médicos entrar en estos barrios y evacuar los cadáveres y a los heridos. La tregua, que aceptó también Hamas, perduró sin embargo apenas una hora después de que el ejército israelí reanudara los combates volviendo a acusar al grupo palestino de violar el alto al fuego.