En la Franja de Gaza, el movimiento islamista Hamas llamó a una nueva Intifada mientras en Jerusalén Oriental más de medio centenar de palestinos eran detenidos tras varios enfrentamientos en la ciudad, donde 3.000 agentes de policía israelíes trataban de contener las protestas reprimiéndolas con gran dureza. Muchos de los arrestos fueron realizados por policías israelíes disfrazados de manifestantes palestinos que se mezclaron con la multitud. La policía cerró además el acceso a la Explanada de las Mezquitas -tercer lugar santo del Islam- excepto para los fieles musulmanes mayores de 50 años.
La nueva ola de protestas se desató después de la inauguración de la sinagoga histórica de la Hurva, reconstruida en el barrio judío de Jerusalén Este y que tanto los palestinos como la Organización para la Conferencia Islámica consideran una provocación al construirse en lo que la comunidad internacional considera territorio palestino. Además los judíos ultraortodoxos consideran la reconstrucción de la citada sinagoga como un paso previo a la reconstrucción del antiguo Templo de Jerusalén, situado en el lugar que ahora ocupa la Explanada de las Mezquitas.
Estos enfrentamientos se producen mientras el gobierno de Barack Obama trata de reanudar un proceso de paz que muchos dan ya por muerto. La semana pasada EE.UU. conseguía de los palestinos un acuerdo para abrir negociaciones indirectas con Israel bajo su mediación, pero Israel anunció entonces y por sorpresa la construcción de 1.600 viviendas en Jerusalén Este como parte de sus planes de colonización, haciendo que la Autoridad Nacional Palestina retirase su oferta de sentarse a la mesa de negociaciones.
0 Comentarios