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Opinión

Gaizka Etxeberria

Gaizka Etxeberria

A orillas del Bósforo

Turquía: un mercado apetecible… O quizá no tanto

17-08-2014 - 12:00 CET

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Un sólido y continuo crecimiento económico en la última década, un mercado potencial con más de 75 millones de habitantes, una población con una edad media de 29 años y una localización geográfica privilegiada como puerta de entrada a otros mercados en crecimiento.  Los datos que presenta la República de Turquía cuando la economía de la llamada vieja Europa parece languidecer la convierten en un destino preferencial para muchas empresas de otros países.

Las relaciones comerciales y políticas entre Turquía y España han sido tradicionalmente frías y escasas. Sin embargo, la búsqueda de nuevos mercados donde invertir y los acuerdos bilaterales entre ambos países han provocado un importante crecimiento del flujo comercial y de la inversión directa española en el aquel país. Las iniciativas de índole política para el reforzamiento de las relaciones institucionales entre los dos países también han jugado un importante papel. España, independientemente del color del partido en el Gobierno, ha sido una firme defensora de la adhesión turca a la UE. Ambos países colideraron la llamada Alianza de Civilizaciones y Turquía es uno de los pocos países con los que España mantiene Reuniones de Alto Nivel (RAN) de forma periódica.

La percepción de la empresa española es positiva si se compara con la imagen que tiene en otros países europeos. Tópicos como la siesta, los toros o el flamenco son inevitables. Muchos asocian a España con el Real Madrid o el Barcelona de fútbol. Pero a nivel empresarial, la imagen de España es la de un país europeo moderno. A menudo se toma a España como ejemplo a seguir al ser un país que se adhirió a la Unión a posteriori y disfrutó de un importante desarrollo económico en los años noventa.

Turquía se ha convertido en el segundo socio comercial más importante de España fuera de la Unión Europea y el volumen exportador al país se ha duplicado en los últimos diez años. También  las importaciones desde Turquía a España han aumentado, aunque en menor medida, siendo la balanza comercial entre ambos países netamente favorable a España.  

En los últimos años algunas de las empresas españolas más importantes han desembarcado en Turquía.  En 2007 Mapfre compra la aseguradora Genel Sigorta por unos 213 millones de euros. En 2008 el Grupo Essentium se hace con el 80% de una cementera local por alrededor de 400 millones de euros. En 2011 el BBVA adquiere el 24,9% del banco local Garanti por la friolera de 4.195 millones de euros, lo que supone la mayor inversión de una empresa española en Turquía hasta el día de hoy.

En el sector de la energía, Técnicas Reunidas ganó en 2011 la licitación para la realización de las obras de mejora de una refinería situada en los alrededores de Estambul por un importe de 1.725 millones de euros. La misma empresa se hizo en 2013 con la adjudicación de las obras de construcción de una nueva refinería en Aliağa, cercana a la ciudad de Esmirna, por un importe cercano a los 860 millones de euros. La vasca CAF ha conseguido varios proyectos de construcción de vagones de metros y de trenes entre los que destacan varios trenes de alta velocidad por importe de 220 millones de euros, y OHL lidera un consorcio encargado de completar una de las secciones del faraónico proyecto del Marmaray que une por ferrocarril los continentes de Asia y Europa. También las textiles Inditex y Mango cuentan con una amplia presencia en todo el país.

El fuerte crecimiento económico registrado en los últimos años y el ambicioso plan de infraestructuras que el Gobierno turco prevé construir hasta el 2023, año en que se celebrará el centenario de la proclamación de la República, muestran un entorno de oportunidades de inversión para la empresa española. Hay que, sin embargo, tener en cuenta algunas otras variables más difíciles de medir con parámetros macroeconómicos.

La empresa española que se instala en Turquía se encuentra muchas veces con problemas que previamente no había podido prever, por muchos análisis de mercado y estudios de viabilidad que hubiera realizado. Además de las diferencias culturales y los usos y costumbres locales, que hay que conocer y respetar para hacer negocios en el país, hay otros aspectos que pueden influir de manera decisiva en la actividad empresarial. Los trámites burocráticos o papeleos para ciertos proyectos y sectores pueden ser arduos y complejos. Los permisos, certificados o peticiones que hay que realizar a las administraciones públicas son inagotables.

Un jefe de proyecto de una empresa española presente en el país me comentaba que se pasaba más de cuatro horas al día leyendo documentos que tenía que firmar y que no se había encontrado con nada así en otros países. Si la documentación se encauza por el canal convencional es muy posible que el organismo correspondiente solicite información suplementaria y el proceso se alargue mucho.  Contar con una persona local de confianza con buenos contactos en el sector puede ahorrar mucho tiempo y por tanto dinero a la empresa. Las relaciones personales y la cercanía en el trato, también con las instituciones públicas,  son vitales para generar un ambiente de confianza y agilizar la gran cantidad de trámites burocráticos.

 Las leyes que rigen la actividad mercantil cambian con tal frecuencia que a veces es difícil saber a qué atenerse. El Código de Comercio ha sido reformado constantemente en los últimos años con nuevos reglamentos mercantiles y fiscales que las sociedades deben cumplir en teoría. Las nuevas normas son publicadas en el Boletín Oficial pero no siempre son aplicadas, o a veces son derogadas al poco tiempo por la dificultad en su aplicación práctica o por incumplimiento generalizado de las mismas por parte de las empresas. La incertidumbre derivada de la inestabilidad jurídica y la percepción de que otros no cumplen con la norma establecida, genera una sensación de indefensión especialmente entre los inversores extranjeros.  

La reciente y  holgada victoria de Recep Tayyip Erdoğan en los sufragios convocados por vez primera para la elección directa del Presidente de la República puede asegurar una  estabilidad política a corto plazo. Sin embargo, los recientes precedentes, la tensión y polarización social existente y el gran número de conflictos de carácter político a los que Turquía tiene que hacer frente, hacen presagiar nuevas crisis que inevitablemente afectarán a la economía. Tras los escándalos de corrupción que hicieron tambalear al ejecutivo en diciembre de 2013, la lira turca perdió un 15% de su valor en poco más de un mes. El Banco Central trató de aplacar la devaluación subiendo los tipos de interés en más de cuatro puntos. Esta medida fue fuertemente criticada por el jefe del Ejecutivo. Erdoğan ha declarado en numerosas ocasiones su firme oposición a la subida de los tipos y ha criticado las decisiones tomadas a este respecto por Erdem Başcı, gobernador del Banco Central. Por otro lado, el enorme déficit por cuenta corriente que arrastra Turquía  es un indicativo económico que pone en tela de juicio la aparente solidez de su economía.  

El ambicioso objetivo de convertirse en una de las diez economías más importantes del mundo para el año 2023 viene acompañado de un plan de construcción de nuevas infraestructuras que requerirán una enorme inversión de dinero. España cuenta con empresas punteras en el sector de la obra civil que podrían beneficiarse de estas grandes inversiones previstas. Sin embargo, hay variables intangibles que, como indicábamos, se deben considerar. La excesiva burocracia, las normativas que cambian de la noche a la mañana y la fragilidad de la aparentemente sólida economía turca son aspectos que se deben analizar detenidamente antes de dar un paso en falso.   

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1 Comentarios

  • Filip el Domingo, 17 de Agosto de 2014 a las 23:43:38

    Absolutamente de acuerdo. Turquia es un pais que ofrece nuevas ventajas empresariales para las empresas españolas pero de momento el proceso administrativo es demasiado arduo y costoso. Sinceramente espero en un futuro esto se agilize ya que es uno de los grandes 'contras' de este pais.

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