Con sus cerca de 1.700 km de longitud de un extremo a otro, y ubicada sobre dos continentes -Europa y Asia-, Turquía alberga una gran variedad de climas y regiones: desde las verdes montañas del Mar Negro hasta las vastas mesetas interiores de la Anatolia Central, pasando por las turísticas y cálidas ciudades del Mediterráneo o las semidesérticas regiones del Sureste, lugar de nacimiento de los ríos Tigris y Éufrates.
Turquía ofrece también un contraste entre su parte occidental, con grandes y modernas urbes como Estambul, İzmir (Esmirna) o Ankara -muy similares a cualquier gran ciudad europea-, y el Este y Sureste de Anatolia, donde podemos sentir la influencia cultural de Oriente y de países como Siria, Irak o Irán, todos ellos fronterizos en esa región con Turquía.
Esta variedad geográfica de Turquía ofrece una gran diversidad de paisajes y costumbres, y todo eso, junto con un patrimonio histórico que se remonta hasta los orígenes mismos de la Humanidad nos ofrece una multitud de atractivos para todo tipo de viajeros. Resulta imposible enumerarlos todos, pero trataremos de destacar algunas de las cosas que no deberíamos perdernos en Turquía.
Estambul
En Estambul, puerta de entrada a Turquía y a Asia, destaca la península histórica que albergaba la antigua Constantinopla, con el Museo de Santa Sofía, la Mezquita Azul, la plaza del antiguo hipódromo (Sultanahmet) o el Palacio Imperial de Topkapı, que nos llevará horas visitar. Tampoco conviene perderse el Gran Bazar, el mayor mercado cubierto de toda Europa, o el menos turístico Bazar Egipcio o de las Especias, junto a los muelles de Eminönü; desde allí podemos visitar la Mezquita Nueva (Yeni Camii), la Mezquita de Solimán (Süleymaniye), la Torre Gálata (una antigua torre veneciana, desde la que contemplaremos una estupenda vista de todo el Bósforo), el Palacio de Dolmabahçe o la concurrida Avenida İstiklal. Por supuesto no podemos marcharnos de Estambul sin hacer un crucero por el Bósforo, y si tenemos tiempo no dejemos de visitar alguna de las Islas de los Príncipes (Büyükada, la mayor de todas, es una buena opción).
Región del Mármara
Dentro de la Tracia turca destaca la península de Gelibolu y el Parque Nacional Histórico de la Península de Galípoli, consagrado hoy día a los cientos de miles de soldados caídos en ambos bandos durante la impresionante batalla que se libró allí en la I Guerra Mundial. No lejos están las ruinas de la antigua ciudad de Troya, descrita por Homero en su "Ilíada". También merece la pena visitar la ciudad de Bursa, cargada de historia como primera capital de los otomanos y famosa por sus sedas, y si hay tiempo la cercana ciudad de İznik, la antigua Nicea, que albergó el primer concilio cristiano y en sus tiempos fue una de las ciudades romanas y bizantinas más importantes.
Capadocia, Konya y Ankara
Ya en la península de Anatolia, destaca como uno de los grandes atractivos la región de la Capadocia, con sus "chimeneas de hadas" y sus increíbles y enigmáticas ciudades subterráneas. De camino a Konya, lugar de fallecimiento y veneración del gran místico sufí Mevlana Rumi y próxima al importantísimo yacimiento arqueológico de Çatalhöyük, podemos hacer una parada en el hermoso Lago Tuz -una inmensa planicie de sal- y visitar en Ankara la impresionante tumba construida para el padre fundador de Turquía (Mustafa Kemal Atatürk), Anıtkabir, o el Museo de las Civilizaciones de Anatolia.
Egeo
En la costa del Egeo existen pintorescos pueblos pesqueros como Foça o Ayvalık, y otras ciudades más turísticas como Kuşadası o Bodrum; desde allí podemos visitar lugares cargados de historia y belleza como Selçuk o Şirince, o magníficas ruinas de ciudades antiguas como Pérgamo, Éfeso, Mileto, Afrodisias o Hierápolis, y junto a esta última las espectaculares formaciones geológicas de las terrazas de Pamukkale.
Costa mediterránea
La región mediterránea, una de las zonas que más turistas recibe de todo el país, ofrece un paraíso de hoteles y atractivos turísticos para los amantes del sol y playa, pero también hermosos paisajes naturales e importantes restos de ciudades antaño gloriosas; destacan lugares como Antalya, Alanya, Fethiye o Demre, donde podremos ver desde ciudades sumergidas o tumbas excavadas en la roca, hasta teatros casi intactos como el de Aspendos, visitar playas paradisíacas junto a ruinas antiguas, o disfrutar de un pequeño viaje en barco en el llamado "Crucero Azul".
Mar Negro
Para los amantes de la naturaleza, el Mar Negro ofrece paisajes verdes increíbles, rebosantes de bosques y montañas con una cultura muy peculiar que encontraremos con sorprendentes similitudes folclóricas a la del norte de España; destacan ciudades de larga historia como Trabzon y el espectacular Monasterio de Sümela -construido sobre un acantilado- o paisajes de gran belleza como los de Uzungöl o Ayder.
Anatolia Oriental
Para los más aventureros, en el Este y Sureste de Anatolia ciudades como Antakya (Antioquía), Mardin o Şanlıurfa tienen un destacado patrimonio histórico y cultural (no perderse en la misma región el impresionante Monte Nemrut); igualmente lugares como Van o Ağrı (con su gran Lago Van y el espectacular Monte Ararat, con el Palacio de İshak Paşa a sus pies), son dignos de visitar y ofrecen ese sabor oriental, esa mezcla entre tradición y modernidad, que también forma parte de Turquía.
Para más información: http://www.goturkey.com/
Copyright © hispanatolia.com. Todos los derechos reservados.